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domingo, 28 de febrero de 2016

Trencito del Parque Avellaneda

El trencito de Parque Avellaneda, diversión que no pasa de moda

BUENOS AIRES 28Feb(Clarin).-Nació en 1908. Funciona gratis sólo los sábados de 10 a 18. Piden donar un alimento no perecedero para comedores de la zona.El trencito del Parque Avellaneda es una de las atracciones clásicas de Buenos Aires. Fuentes oficiales indican que lleva un promedio de 800 pasajeros por día por un circuito de 1600 metros. Y que también cumple una función solidaria: piden que los pasajeros que puedan aporten un alimento no perecedero que se destina a comedores. Es totalmente gratuito y abre sólo los sábados, desde las 10 hasta las 18. El recorrido dura unos 15 minutos y estiman que se realiza a una velocidad de 6 kilómetros por hora. Durante el recorrido, los pasajeros pueden descubrir lugares más emblemáticos del Parque, como la casona de la familia Olivera, el Jardín de la Meditación, el vivero y la calesita.El 4 de febrero se dio un paso importante para el tren. AUSA (Autopistas Urbanas Sociedad Anónima) lo apadrinó: cooperará de distintas maneras con el objetivo de mantenerlo. Según informó la empresa, también "se comprometerá con la promoción de las normas de seguridad vial a través de charlas, campañas de comunicación y visitas para escuelas e institutos de la Ciudad". La locomotora y sus cuatro coches no son ningún chiche nuevo en la Ciudad. Tras haberse construido en 1908 en el Jardín Zoológico, se trasladó en 1929 a su actual ubicación.En 1936 lo inauguraron oficialmente como "Expreso Alegría". Funcionó hasta 1998, cuando por el deterioro se decidió cerrarlo. En 2006 se lo reinauguró provisoriamente, pero surgieron nuevos problemas, y lo reabrireron definitivamente en septiembre, tras nueve años de espera. Hoy, el trencito transporta entre 42 y 52 personas de acuerdo al tamaño y peso, y recorre entre 14 y 17 vueltas por sábado. Se calcula que, desde su inauguración, lo tomaron 18 mil pasajeros. Pero las casi 10 mil personas que visitan el parque los fines de semana tienen otro lugar para conocer a pocos metros, la Casona de los Olivera. Construida en 1838, es el único casco de estancia que aún se conserva en Buenos Aires.Desde ese entonces, fue centro de experimentación y explotación ganadera, cuartel general y hospital de campaña, hasta que el dueño la vendió a la Ciudad en 1912 para que hiciera el Parque.A partir de ese año, sólo quedó el casco de la propiedad, que funcionó como escuela, hasta que desde 2011 es un Centro de Exposiciones de Arte Contemporáneo. Allí se exhiben fotografías, instalaciones, videoarte, ambientaciones y arte en red y textil. Y también es sede de la Gestión Asociada y de la Mesa de Trabajo y Consenso, espacio en el que vecinos y Gobierno se reúnen para conversar sobre el Parque.El Parque está en Directorio y Lacarra. Los paseos se suspenden en caso de lluvia.

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